Tipos de la Feria

" Don Paquito"

    El cronista salió esta mañana dispuesto a visitar la feria de la Casilla, cuando el público, el gran público que exige y paga, no pudiese interrumpir la labor que el cronista se proponía hacer; a la hora, en fin, que los artistas , los fenómenos, los comerciantes  y los encargados de los tiovivos , carruseles, estrellas y demás chismes de movimiento se encuentran en el momento de la vida íntima propia de las declaraciones.

    ! Y el cronista se encaminó recto a la barraca en la que se exhibe " Don Paquito", el hombre más diminuto del mundo, el personaje que  disfruta  de una talla de 720 milímetros, o sea la mínima de un guardia civil ... menos un metro.

    Y comenzó la charla, frente a frente, Don Paquito y el cronista, que evocando las lecturas de la niñez, creíase convertido en un nuevo Gulliver recién llegado al país de Liliput.

    Don Francisco Fernández  Pérez, por otro nombre Don Paquito, vino al mundo en Bermillo de Sayago, provincia de Zamora, el día 8 de Octubre de 1894.

    Hijo de padres normales, creció normalmente hasta la edad de 20 meses, y entonces se suspendió el crecimiento, convirtiéndose la criatura  en el caso de " infantilismo" más notable que registran los anales de la ciencia médica, como lo reconocieron el Dr Marañón , de la Facultad de Medicina de Madrid, y los médicos del Hospital  Clínico de Barcelona.

    Y si en el aspecto físico, Don Paquito quedó atrofiado, no fue así en el orden intelectual, pues  a una inteligencia clara y precisa, une una educación exquisita y un trato de gentes que para sí quisieran muchos que aspiran a sillones de academia.

    El cronista quiso saber algo de la vida y milagros de don Paquito , y oyó de sus labios cosas bastante interesantes; a saber:

    Tiene nuestro héroe un hermano y una hermana normalmente desarrollados.

    Hace ocho años que viene exhibiéndose en ferias y circos, llamando en todas partes la atención por su viveza de genio y por la facilidad con que se expresa en un castellano correctísimo, como buen hijo de Castilla la Vieja.

    En 1915 entró en quintas  y ... no se libró por corto de talla, sino por haber obtenido en el sorteo el número 11 de trece mozos que entraron en Bermillo  de Sayago.

    En Bilbao no es Don Paquito un indocumentado, pues ya estuvo aquí hace siete años, cuando las barracas se instalaban en el Campo Volantín, y luego otra vez en el mismo campo, y finalmente otra en el primer año en que se trasladó la feria  a la Casilla.

    En las épocas en que no hay ferias, Don Paquito se va a Bermillo, y allí hace la vida de un buen burgués, levantándose a media mañana para ir después de comer , al café,  donde esta acreditado como formidable jugador de dominó.

    Ha sido siempre muy aficionado a los toros, militando en el campo  " joselista", hasta el funesto día de Talavera, que le conmovió profundamente.

    A propósito de esto, el cronista le recordó que en otro tiempo simulaba al exhibirse las suertes del toreo, y el pequeño gran hombre le contestó que se había cortado  la espiritual coleta, porque a fuerza de repetir el ejercicio - cómo sustraerse a las demandas del público- llegaba a la noche fatigadísimo.

    Este año ha hecho ya Don Paquito las ferias  de Sevilla, Jerez, Córdoba, Algeciras  y La Línea, descansando un mes en su casa a donde volverá desde Bilbao, para permanecer  allí hasta las renombradas fiestas del Pilar de Zaragoza.

    De esta feria de Bilbao se muestra Don Paquito  muy satisfecho pues como dice, "aquí se masca el dinero".

    Guarda Don Paquito con mucho amor  un número de " La Esfera" en que aparece retratado en unión del gigante francés M. Vandeen, con quien  se juntó casualmente  una temporada en un circo de Paris, y otro en que está formando grupo con la famosa artista de opera señora Cisneros y su esposo.

    Al despedirse el cronista , después de tropezar con el mantón madrileño en que la cariñosa madre de Don Paquito le transporta envuelto, para evitar la curiosidad de las gentes, desde su hospedaje  hasta la barraca en la que se exhibe, le preguntó casi casi en tono de broma:

    - Y de novias ¿ Como anda usted?

    Oyendo la siguiente contestación:

    - Pues.. una en cada pueblo que visito.. Pero no crea usted  que es cosa formal, es solo por engañarlas.

    Y  el cronista, sonriendo, estrechó la la diminuta manecita del más chiquitín de los ciudadanos del planeta y salió de la barraca...

Roger de Juval.

El Noticiero Bilbaino. 

22 de Agosto de 1920.