La hidroterapia y la moda
Balneario de FITERO
Repasando estos días las "Notas de Sociedad"
de los periódicos bilbaínos, se encuentran muy á menudo los nombres de
distinguidas familias que, siguiendo los
impulsos de la moda, han salido para diferentes balnearios del Extranjero sobre todo para los
situados en la vertiente francesa
de los Pirineos, donde por lo visto, abundan las aguas salutíferas,que es una bendición de Dios .¿ y un
negocio redondo para sus explotadores.?
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No nos llamaría la
atención esto, si no viéramos en
ello mas que un legítimo deseo de recobrar la salud perdida mediante la
aplicación entendida y científica
del sistema hidroterápico, tan ensalzado en todo tiempo por la ciencia médica; pero es el caso que
en esta especie de emigración
temporal de nuestras clases
adineradas, se ve con toda claridad un deseo manifiesto de rendir culto á la
moda, i la tirana Moda qué tantas gentes encadena a su carro, sin que en ello intervenga de manera alguna la
necesidad, ni aún la conveniencia.
No están lejanos aún
los tiempos que el buen bilbaíno, dueño de algunos billetes de los grandes, iba
con su familia ó solo, cuando la época era llegada á darse sus remojones en Zuazo, en Zaldívar,
en Molinar ó en la Muera ,
ó en cualquiera otro de los
infinitos balnearios que tenemos
en nuestra región ó en las vecinas, y entonces se nos figuraba como un
caso extraordinario y digno de admiración
que alguno se decidiese á llegar hasta
la Toja ó Mondáriz, ó hasta otros situados en apartadas provincias de la nación hispana, siendo verdaderas excepciones que podían contarse con los dedos de una mano, y sobraban dedos, los que trasponían la frontera sin otro objeto que bañarse.
Pero sobrevino la fiebre de los negocios, y el delirio de grandezas
se apoderó de las buenas
familias bilbaínas, empujándolas, en un
tiempo, á la adquisición de las famosas Auroras, mas tarde
con motivo de la guerra, al pugilato de la compra de Navieras y luego, con
las ganancias obtenidas, á rivalizar en lujo, llenando sus casas de muebles costosos y perfectamente
inútiles.. Comprando automóviles,
pianolas, cuadros de firmas acreditadas,
etc. etc.,
Ahora, restablecida, en cierto modo la
ley mundial, se presenta una nueva modalidad de esta manía de gastar dinero, y es el vicio de ir á buscar al extranjero lo
que tenemos de sobra en España:
aguas medicinales.
Y mientras los excelentes
establecimientos termales de la región
vasca y del resto de España se encuentran
poco menos que desiertos, en sus similares de la vecina república
bullen las gentes que hablan el
castellano que por rendir culto a la moda, se avienen a un
régimen de restricciones en la alimentación que en España no existe, sentándose
todos los días a una mesa en que
figura el pan negro y tasado que aquí
desdeñarían y que allí tienen que comerlo por no haber otro.
Además,
estos nuevos emigrantes de cartera
provista, creen encontrar una gran
economía en la baja de los francos, y alucinado por la aparente ventaja
adquieren en Francia artículos
sobre todo para uso de las damas, que creen
de extraordinaria baratura, cuando en realidad aquí mismo podrían comprarlos a igual
o menor precio sin contar con
que luego, al repasar la frontera el gravamen aduanero viene a sobrecargarles de un modo que no compensa la pueril satisfacción de
poder decir con más ó menos énfasis: "Esto lo adquirí en Francia cuando
estuve en los baños”.
No les parece a los buenos bilbaínos que va siendo hora de que aprovechemos mejor lo
que tenemos en casa sin necesidad de ir a buscar
fuera de ella cosas bastante peores y mucho
mas costosas,?
Roger de Juval
El Noticiero Bilbaino
Viernes 23 de julio de 1920.
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